Jeet Kune Do




El jeet kune do, jeet kun do o jeet kuen do "el camino del puño interceptor" ; es un sistema de artes marciales y una filosofía de vida desarrollada por Bruce Lee.

Jeet Kune Do es un concepto dinámico que está en constante evolución desde sus bases, no es solamente un arte marcial como es conocido habitualmente, sino también una filosofía y una forma de vida. En el campo marcial el objetivo a parte de la efectividad y simplicidad en el combate, es el medio de expresarte artísticamente tal y como eres a través del movimiento humano, para ello se emplean una fusión de las más diversas técnicas de artes como Kung-fú, Taichi, Wing Chun, Muay-Thai, Boxeo Clásico, etcétera, al que se aplica unos pilares y bases dinámicas para obtener autonomía y éxito en combate. Rompe con los tradicionalismos que habitualmente suelen estar presente en otras artes marciales, en el Jeet Kune Do no eres tú quién se adapta a él, sino al contrario, es el Jeet Kune Do quién se adapta a tí. Gracias a su adaptabilidad puede ser un sistema marcial ideal, que puede realizar cualquier persona independientemente de su condición física, edad o sexo.

Historia

Creado por Bruce Lee entre los años 1960 y 1973, aunque en un principio estuvo basado en el wing chun (esta interpretación puede verse como una referencia al principio del wing chun de simultánea defensa y contraataque), el jeet kune do —primeramente llamado «Jun-fan gung fu» (chino: 振藩功夫, Yale cantonesa: Janfàan gūngfū, pinyin: Zhènfán gōngfū, literalmente: ‘el kung fu de Bruce Lee’)— es un método de combate independiente.
El jeet kune do, no es solo otro estilo de wu shu-kung fu. Es según algunos, el resultado de la investigación y la “fusión” de wing chun, el boxeo occidental, la escrima occidental, el judo y el kick boxing; además de técnicas aplicadas por Bruce Lee desde sus estudios de la fisonomía del cuerpo humano. Sin embargo, según otras personas, como Dan Inosanto, nombrado por Bruce Lee el sucesor de su estilo, el jeet kune do no es un estilo nuevo, o una modificación de otro existente previamente, o una fusión sin estructura de otras artes marciales; sino una idea, y conceptos prácticos que liberan al practicante de limitarse a sí mismo.1
Bruce Lee, su creador, reflejaba en todas y cada una de sus películas su gran explosividad, y peculiar arte de combate, el jeet kune do, quedando así guardadas algunas de sus técnicas en éstas y en su libro, en el que demostraba a través de fotografías este estilo técnico y efectivo.
Criticado desde sus inicios, descrito como un arte marcial híbrido, y tachado de bastardo; por los “maestros” orientales puristas de las artes marciales tradicionales en los años 1960, al considerarse como una fusión con las tendencias occidentales y su búsqueda de la efectividad como primer punto, fue rechazado inicialmente por los especialistas, aunque apreciado por el gran público estadounidense, al que Bruce ofrecía un arte marcial dedicado plenamente tanto a la defensa como al ataque. Esta adaptabilidad venia representada en las opiniones de Bruce como:
Yo no represento un estilo, sino todos los estilos. Ustedes no saben lo que estoy a punto de hacer, pero ni yo lo sé. Mis movimientos son el resultado de su técnica y mi técnica, son el resultado de nuestras técnicas.

Filosofía

Lee defendía el jeet kune do como una filosofía más allá de las artes marciales: “El arte del jeet kune do es sencillamente el de simplificar. Favorecer la carencia de forma para poder asumir todas las formas”, “Usando el no camino como camino y la no limitación como limitación”.
El hecho de que el fundador del jeet kune do, Bruce, estudiara y lograra un doctorado en filosofía en la Universidad de Washington y a la vez ejerciera como profesor de filosofía china, exponen su personalidad y trayectoria como fruto de este conocimiento aplicado a las artes marciales, lo cual esta íntimamente ligado a sus raíces. Sin duda alguna, las bases chinas confucionistas (Dios es la humanidad y la finalidad del pensamiento la armonía de la vida) y las bases de otra gran aportación mundial de la cultura china, el taoísmo (una forma de ver el mundo y de vivir integrada en armonía con la naturaleza); El símbolo del taoísmo es el agua; el distintivo es el yin yang; la flexibilidad es el concepto fundamental del Tao. Disciplinas como el jiujitsu, que consiste en aprovechar el impulso del adversario para desviarlo en el momento oportuno y derrotarlo con su propia fuerza se basan en el taoísmo.
En estas mentalidades chinas, las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que los occidentales le dan.[cita requerida]
El jeet kune do es simple, directo y “no clásico”: Bruce Lee desarrolló el concepto único de las artes marciales para cada persona, ya que tú no te tienes que acoplar al jeet kune do sino que él se tiene que acoplar a ti. Puede ser cualquier cosa menos estático y, tal vez debido a esto, una de las principales características del jeet kune do es la constante evolución y la frase de Lee: “El no límite como límite” que rige a sus practicantes. El proceso de aprendizaje del jeet kune do es en sí mismo un proceso de “desaprendizaje”, es simplificar, es evitar posiciones anatómicamente incorrectas y filosofías pragmáticamente equívocas, es centrarse en la pelea y no ver más allá del combate en sí para no perder el objetivo
Los 3 pilares del jeet kune do son velocidad, alineación y desplazamiento. Efectividad, y cómo no “golpeo y tú no me tocas” como traducción de jeet kune do o ‘puño que intercepta’, es decir: evitar que el ataque del contrario entre en efecto[cita requerida].
Los movimientos son una combinación de defensa-ataque basado en la simpleza y efectividad más que en figuras clásicas. La mentalidad frente al combate ha de ser una mentalidad ganadora, sin anticiparse al resultado del combate, dejando que la naturaleza fluya.

Características del JKD

El jeet kune do es una teoría de Estructura abierta (Jacques Lacan) que apunta a la particularidad de cada individuo y no preconcebida por sistemas rígidos, cerrados y con pretensiones de generalidad. Está basado en el estudio científico de las leyes de Newton, la anatomía humana, entre otros. En este sentido, “el jeet kune do es muy científico” (Bruce Lee).
Economía en el ataque y en la defensa (ataque: golpes vivos con los miembros adelantados. Defensa: chi sao)
Las armas para golpear y patear versátiles, sueltas, fluidas. Las fuertes herramientas a través de un pulimento continuo.
El ritmo roto, el medio compás y el compás de uno o de tres y medio (tanto al ataque como a la contra).
Entrenamiento físico, con pesas. Condición física completa.
El movimiento directo JKD es el ataque y en las contras lanzándose desde donde se está sin volver a la posición.
Movilidad corporal y juego de piernas ligero. Potencia suelta, potente acometida como conjunto. Soltura de muelle sin tener el cuerpo laxo. Conciencia mental flexible.
Trabajo sin crispación, tácticas de ataque inesperadas.
Fortaleza cuerpo a cuerpo:
Arremetidas con cambio de posición, proyecciones, agarres, inmovilizaciones.
Combate total en el sparring, entrenamiento por contacto real sobre blancos móviles.
Estructura total más que parcial. Expresión individual más que colectiva, espontaneidad frente a rigidez. El entrenamiento de continuidad del yo expresivo detrás de los movimientos físicos.
Fluir constante (movimiento en recto y en curva combinados, hacia arriba y hacia abajo, derechazo e izquierdazo de gancho, pasos laterales, agacharse y evadirse, círculos con la mano).
Una posición bien equilibrada durante el movimiento, constantemente. Continuidad entre el empleo a fondo y la soltura.
También se debe añadir que en esta arte marcial todos los movimientos de ataque conllevan a otro de defensa o ataque. esto hace que no se derroche energía y el cuerpo “fluya” en cada pensamiento-movimiento.

Los seis deseos

El jeet kune do es mucho más que un método de combate. Es una de las avenidas por las que la vida nos descubre sus secretos. Más que de una técnica estamos hablando del desarrollo físico y espiritual del individuo como tal. La mentalidad frente al combate ha de ser una mentalidad de ganador, o más bien “positiva” (somos parte de la naturaleza), sin anticiparse al resultado del combate, dejando que la naturaleza fluya. Una técnica tan completa puede deformarse si quien la práctica comete uno de estos seis errores fundamentales:
1. El deseo de victoria.
2. El deseo de recurrir a la astucia técnica.
3. El deseo de mostrar todo lo aprendido.
4. El deseo de atemorizar al enemigo.
5. El deseo de jugar un papel pasivo.
6. El deseo de librarse de cualquier enfermedad que nos afecte.
El método y la constancia entrenando suelen solucionar todos estos problemas.
Como repetía Bruce Lee: Investiga en tus propias experiencias, para llegar a entender qué funciona para ti.